Se considera Zoonosis toda enfermedad transmitida por insectos y animales (vectores) al ser humano. Entre estas se cuentan, por ejemplo, el paludismo, dengue, alacranismo, oncocercosis, leishmaniosis y ricketiosis, cuyos agentes son las moscas alacranes, escorpiones, pulgas, chinches y gusanos que se encuentran en la tierra y que entran al sistema humano a través de la piel.
También existen enfermedades transmitidas por animales de mayor tamaño, como por ejemplo: la rabia, la toxoplasmosis, triquinosis, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y el hanta; enfermedades cuyos agentes vectores son: el perro, el gato, el cerdo, las vacas y el ratón de cola larga.
Así, estás enfermedades adquieren cada vez mayor importancia debido al constante aumento de la población humana, lo que supone que aumentan las posibilidades de transmisión de enfermedades conocidas, así como el surgimiento de otras desconocidas o aún sin tratamiento, producto de que cada vez más la civilización conquista o comparte habitas que antes pertenecían a los animales y a los insectos.